¿El aprendizaje es algo tan trivial que se puede observar y medir con base a unas simples preguntas a propósito de unos contenidos cualesquiera?

Para contestar a este cuestionamiento es necesario primeramente partir del hecho que tenemos que trabajar en un enfoque por competencias, en el cual es necesario que el alumno sea capaz de “saber conocer”, “saber hacer”, “saber convivir” y “saber ser”, de acuerdo a los problemas que se le presenten en el transcurso de su vida, que tengan la capacidad de usar las competencias en el instante preciso en que las requieran.

Partiendo de las consideraciones que se desarrollarón en el párrafo anterior, de lo que es el enfoque por competencias, y luego del análisis de la lectura “El aprendizaje y el desarrollo de las competencias” de Xavier Vargas Beal, considero que el aprendizaje no es algo tan absolutamente trivial que se pueda observar y medir con base en unas simples preguntas, ya que el aprendizaje se da luego de un proceso continuo, que en coincidencia con lo señalado por Ausubel, va de la memorización a la significación, y del discurso al descubrimiento, sobre todo en asignaturas del area histórico-social, como las que imparto de manera cotidiana en las aulas.

Además cabe señalar que el aprendizaje es el producto de un proceso activo que construye por sí mismo el alumno, y que la construcción del mismo de acuerdo a los estudiosos de los procesos cognitivos es diferente en cada individuo, siendo aplicable la frase de Pere Marqués que señala “Todos los estudiantes pueden aprender, aunque algunos tardan más”.

Como resultado de lo anterior el docente más que un capacitador o facilitador, debe ser un proveedor de las herramientas físicas o psicológicas que supone que el estudiante necesita para aprender, dejar a un lado la educación centrada en el maestro, para pasar a una educación centrada en el alumno, que sea generadora de aprendizajes significativos y situados.

Considerando que todo aprendizaje de hecho es un aprendizaje significativo, ya que el que sea poco o muy significativo no depende del docente, ni de las estrategías didácticas por el diseñadas, ni del programa de estudios, incluso ni de la misma institución educativa, es más bien del interés del estudiante, por más que el docente quiera hacer que un aprendizaje sea significativo, no lo logrará si el alumno no tiene el interés de que este tenga esa característica. Además es necesario considerar el aprendizaje situado, como aquel que reúne dos requisitos: que pueda situarse en el interés del alumno, y además de ello que sea viable cognoscitivamente para él.

En el proceso de enseñanza-aprendizaje es necesario no dejar nunca de lado los valores y actitudes que deben fomentarse en el proceso de enseñanza aprendizaje, considerar al alumno y el contexto en el que se desarrolla.

Para finalizar concluyo reiterando, el aprendizaje no es algo tan trivial que se pueda medir por medio de unas simples preguntas, es un proceso continuo que requiere irse dando paso a paso, y en el cual, el docente debe de proveer las estrategias que le permitan al alumno generar un conocimiento significativo y además situado, que pueda utilizar en el momento preciso en que se le presente un problema.